Para
definir tu necesidad de información has de tener claras una serie de cuestiones
que te servirán para perfilar con exactitud qué es lo que estás buscando, y por
dónde has de empezar. Es necesario saber cual es la finalidad de la consulta, y
utilizar los recursos de un modo racional y adecuado al propósito de la
consulta. Lógicamente, la aproximación al tema no va a ser igual si sólo
dispones de unas horas que si puedes dedicarle unas semanas, o incluso meses.
Si
ya te has introducido en el tema previamente, puedes consultar monografías
especializadas o artículos de revista. Cuanta más profundidad requiera la
tarea, más fuentes de información o tipos de documentos habrás de consultar. ¿Quieres
sólo documentos recientes o también antiguos?. Esto dependerá de los objetivos
que te hayas planteado para la búsqueda, y por ello has de tener especialmente
claro qué quieres y con qué finalidad.
Debemos anotar cuáles son las que te interesan, según
tu nivel de lectura y de comprensión. Has de tener claro qué es lo que a ti te
interesa recuperar. Esta etapa es muy importante y la calidad de los resultados finales depende de la
misma.
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